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Energía renovable para calefacción; Una de las formas de ahorrar en la calefacción es usar sistemas de bajo consumo, como pueden ser los calefactores por convección. Sin embargo, aún se puede ahorrar más si usamos sistemas de energía renovable como fuente de electricidad para esos sistemas.

Estas fuentes de energía se obtienen a partir de materias primas, como son el sol, la tierra, el viento o el agua. En función de la procedencia, estas energías renovables para la calefacción reciben un nombre diferente. Sin embargo, con todas ellas podemos obtener electricidad muy económica (y gratuita llegado un tiempo) para nuestros sistemas de calefacción eléctrica.

¿Qué son las energías alternativas para la calefacción?

Mucha gente cree que, en la actualidad, la calefacción más económica se basa en los combustibles como el gas natural. Sin embargo, esto no es verdad. Este tipo de combustibles, al ser recursos limitados, sufren subidas constantes de precio, ya que se van agotando. Es por esto que es hora de pasarse a las fuentes alternativas para conseguir electricidad para tu vivienda.

Las fuentes de energía renovables son ilimitadas y respetuosas con el medioambiente, por o que son la mejor opción en la actualidad. Además, pese a que su instalación puede resultar costosa, conseguir el autoconsumo implica acabar con las facturas de electricidad, por lo que implican un gran ahorro.

Si bien existen muchas fuentes de energía renovable, en la actualidad, las únicas que se pueden usar a nivel doméstico y aun precio más o menos asequible son la energía solar y la energía eólica, únicas, además, que permiten el autoconsumo.

Tipos de energías alternativas para la calefacción

Las energías renovables para la calefacción que hoy día podemos encontrar son de diferentes tipos. Como hemos dicho, podemos usar varios tipos de energía renovable, como la energía eólica, la energía fotovoltaica, la solar térmica, la aerotermia y la geotermia, y la biomasa.

Sin embargo, muchos de estos sistemas aún no son eficientes ni logran un gran ahorro, a excepción de la energía solar y la energía eólica. Gracias a estos tipos, podemos obtener la electricidad necesaria para nuestra calefacción de bajo consumo, logrando un ahorro total una vez que se ha recuperado la inversión.

Energía Solar

La primera de las energías renovables que se puede usar para la calefacción de nuestros hogares es la energía solar. Esta puede usarse, además, para el agua caliente sanitaria, aunque su mayor uso es la calefacción. Gracias a la instalación de placas lograremos aprovechar la energía solar dentro de nuestro hogar. Si instalamos suficientes placas solares lograríamos el autoconsumo, acabando con las facturas de energía.

La instalación de estas energías alternativas para la calefacción suele cubrir cerca del 50% de la demanda total de energía, puesto que no se instalan las suficientes para un 100%, debido a que no sale del todo rentable a corto plazo.

Energía Eólica

La segunda de las fuentes de energías renovables es el viento. En estos sistemas, el aire se usa para girar unas palas que mueven un rotor que transforma la energía mecánica en energía eléctrica. Seguro que has visto alguna vez los enormes molinos de viento que hay por el mundo.

Sin embargo, este tipo de molinos se usan para generar electricidad de gran potencia, para las redes eléctricas nacionales. La potencia requerida para una vivienda es baja o muy baja, por lo que se han desarrollado sistemas más pequeños, adaptados a nivel doméstico. Este tipo de sistemas se instalan en viviendas que se encuentran aisladas y que están ubicadas en zonas muy ventosas.

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