En la actualidad estamos muy comprometidos con el ahorro energético y el descenso de la contaminación. En muchas ocasiones, no es solo concienciación sino normativa. En la lucha contra la contaminación, una de las cosas que hay que realizar es terminar con el consumo de los combustibles fósiles.
En este sentido, el uso de la calefacción eléctrica se convierte en algo vital, si además le añadimos el uso de fuentes de energía renovables. Pero esta no es la única razón para instalar calefacción eléctrica.
Calefacción eléctrica de bajo consumo
Los sistemas modernos de calefacción son muy eficientes y la mayoría de bajo consumo. Esto significa, de forma clara, que, para realizar aquella función para la que han sido desarrollados, usan menos energía de la esperada. Cuanto más eficiente sea un aparato de calefacción, menos consumirá. Esta característica no está disponible en los sistemas de calefacción que funcionan con gas.
Una de las mayores razones que se aducen para decir que la calefacción eléctrica es menos conveniente, es el precio. Si bien en algunos casos el gas natural es más económico, lo cierto es que no se puede reducir su consumo tanto como con la calefacción eléctrica. Además, existen tarifas eléctricas que permiten “reducir” el coste del kilovatio hora de la luz, como son las tarifas de discriminación horaria. Este tipo de tarifas posee un horario barato, el horario nocturno, donde la electricidad es mucho más económica.
De esta forma, si a la capacidad de reducir el consumo le sumamos una tarifa de electricidad más económica, el resultado que nos da es un ahorro en la factura de energía superior al que se daría con la calefacción de gas natural y por cierto, mucho más limpia y menos contaminante.
Como hemos comentado con anterioridad, la electricidad es una energía mucho más limpia que los gases. Si bien es cierto que determinadas fuentes de energía no son cero contaminantes, la mayoría de fuentes de energía actuales suelen ser renovables, pudiendo incluso instalar sistemas de energía renovable en nuestra vivienda.
Por otro lado, aunque en la actualidad la seguridad es mayor, lo cierto es que una fuga de gas sigue siendo algo posible, además de peligroso para la salud, no sólo como motivo de incendio o explosión.
La instalación y el mantenimiento de los sistemas de sistemas de calefacción eléctrica es más sencilla y menos costosa. Sólo es necesario realizar una instalación por un técnico certificado que demuestre que la instalación eléctrica es correcta y segura, y no debido a la calefacción. Sin embargo, los sistemas de calefacción con gas no sólo deben poseer este certificado sino que deben pasar revisiones periódicas que tienen costo adicional.
Como se ve, la calefacción eléctrica posee muchas más ventajas que otros sistemas de calefacción. La calefacción eléctrica de bajo consumo nos permite un gran ahorro económico, unida a una mayor seguridad y menor contaminación.
Los calefactores Ecoleed tienen la mejor relación “tamaño-consumo”; su superficie, el doble que otras alternativas de calefacción eléctricas convectivas, permite entregar el mismo calor en menos tiempo, haciéndola más eficiente y económica.
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